Era de noche se podía percibir un ambiente acalorado, era común pues era verano. Una corriente de aire empezó a arrastrar la tierra del suelo, un brillo en ese remolino empezó a levantar más y más la tierra, se podía ver como se hacían formas como el humo, azarosas, espirales y libres. Surgió una cabeza después unas patas, un torso y finalmente una larga cola. Todo cubierto con un denso pelo café. Era un perro, este abrió lentamente los ojos, caminando aún envuelto en la nube de polvo de la que había surgido.
El animal se detuvo, tambalenadose